Investigar es sinónimo de bienestar y progreso y, sobre todo, en el contexto de la salud, donde se desarrolla una enorme cantidad de información, y se hace imprescindible ordenar los nuevos conocimientos, priorizar sus objetivos y motivar a los profesionales implicados. La investigación en salud es especialmente atractiva porque la transferencia de los nuevos conocimientos generados puede mejorar de forma rápida y directa la calidad de vida de los ciudadanos. Esta obra surge con la intención de facilitar al especialista las competencias necesarias para poder investigar de forma ordenada e integrada durante su práctica asistencial.